Un relevamiento de lanacion.com indica que se convirtió en el país de la región que más desajustes sufrió por efecto de la gripe A y los conflictos gremiales; crece el temor en las escuelas de no poder completar el mínimo de 180 jornadas fijadas por leyLos efectos de la gripe A en la Argentina proliferan casi de la misma forma en la que avanza desde mayo el virus sobre el territorio. Esta vez, el país vuelve a cobrar protagonismo en la escena internacional, más allá de su liderazgo en el ranking de
víctimas fatales provocadas por la enfermedad, al convertirse en una de las naciones que más desajustes sufrió en materia escolar.
Un relevamiento encarado por lanacion.com reveló que entre varios estados afectados por la epidemia, la Argentina no sólo constituye uno de los países con
menor cantidad de jornadas educativas fijadas por ley (180 días), sino además el que más clases perdió en lo que va del año por este motivo y algunos conflictos gremiales.
A una semana del regreso de unos diez millones de chicos a las aulas, tras el receso extendido como medida de prevención, el peligro y la incertidumbre de completar el mínimo de días contemplados por el calendario rondan el ámbito escolar, mientras desde el ministerio continúan promoviendo estrategias para alcanzar una efectiva recuperación de los 40 días perdidos.
Prevención, ante todo. El caso de México se asemeja en gran medida al contexto actual argentino, aunque no logra superarlo. En este país, donde el virus comprometió sorpresivamente a varias zonas, la legislación fijó 200 días para el proceso regular de clases y la importancia de cumplir con ese número de jornadas.
Si bien en un primer momento la política de suspensión de tres días de las actividades escolares se limitó al Distrito Federal y a la región conurbana del país azteca, luego se amplío a dos semanas a nivel nacional.
"Para recuperar las clases se incrementó entre media y una hora la jornada escolar en un lapso de un mes. Pero hubo lugares, como Tabasco y Chiapas, que terminaron perdiendo por la gripe A siete días que no podrán recuperar, porque dentro de dos semanas se inicia un nuevo año escolar", señaló a lanacion.com Carlos Olmos, director de Comunicación Social de la Secretaría de Educación Pública.
Al igual que en México, la legislación brasileña prevé un mínimo de 200 días de clase, con dos semanas de receso en julio y un mes de vacaciones de verano. Lo que sucede en el país vecino condice en parte con lo que pasa en la Argentina porque contempla reponer los días perdidos.
En lo que va de 2009, Brasil se vio obligada hasta ahora a realizar una pausa dentro de la actividad escolar por dos razones básicamente: un intenso temporal de lluvias que azotó al nordeste y dejó a miles de chicos fuera de las aulas y llegada de la gripe A a varios puntos del país.
Según arrojó el estudio, Chile se aproxima más que México a la Argentina en relación a la cantidad de jornadas educativas fijadas por el calendario escolar (estimada en 190 días), pero se aleja bastante en el terreno de las medidas impulsadas por las autoridades sanitarias para evitar contagios en las escuelas.
De acuerdo con algunos datos suministrados por
Emol.com, el gobierno chileno nunca decretó la suspensión masiva de clases y los colegios privados eran libres de tomar esa determinación. "Muchos preferían tener a la mitad de los alumnos en clases antes que suspenderlas por la gripe A. Querían evitar así la recuperación posterior y que se fomente el pánico de la ciudadanía".
Desde la cartera de salud consideraban que para que la medida tuviera un verdadero y duradero efecto debían suspender las clases durante cuatro y seis semanas, pero la política no prosperó. No contaron con una "justificación epidemiológica para hacerlo" y un prolongado paro docente previo ya había sobreexigido y alterado al calendario escolar.
Otra realidad. Países como Uruguay, Francia y España obligan hoy a cambiar la carátula sobre el impacto de la epidemia y la incidencia de otros conflictos en el ámbito áulico.
Ninguno de los tres Estados dispone de un ambicioso calendario escolar: el promedio de jornadas acordadas desde los gobiernos no supera los 168 días de clase (Uruguay: 155; Francia: 175 a 180; y España 175) y tampoco se reportaron pérdidas significativas de actividades al analizar los motivos señalados.
Desde el segundo semestre de 2007, el gobierno de Nicolas Sarkozy oficializó el llamado "servicio mínimo en los establecimientos escolares". Esa reglamentación obliga a las municipalidades a crear estructuras que permitan acoger a los niños de jardín de infantes y escuela primaria los días de huelga en las escuelas públicas. En las escuelas privadas, ese servicio debe ser organizado y garantizado por el mismo establecimiento.
Pese a registrar pacientes infectados con el virus, en los tres casos no hubo una política unificada ni masiva para frenar el avance de la influenza A o el incremento del número de afectados.
La Nación